Fui con mi sobrina de 3 años a ver un espectáculo de barrio, mezcla un poco de circo junto a dos protagonistas de moda, adorados por los niños. Nos sentamos en sillas de plástico, un poco incomodas, el telón rudimentario de fondo daba marco a lo que parecía una función menor. Después de varios minutos, todos sentados en sus lugares, se escucho la voz del locutor anunciando el inicio del show; apareció un payaso parodiando a un borracho que se tropezaba a cada paso, sinceramente no era muy gracioso pero ver la cara y carcajada de los niños era increíble, cada caída era una risotada, se veían re felices como si estuvieran viendo el mejor show de Las Vegas. Luego, en el segundo acto asomaron detrás del salón los ídolos del momento, guau, adore ver esas caritas de asombro que miraban con un poco de temor a sus muñecos favoritos, seguramente por el tamaño jajaja. Ellos bailaban y saltaban alrededor, los abrazaban y observaban hasta el más mínimo ...