Será así?...Seguramente justo en el momento en que perdimos aquello que ansiábamos, esta frase nos puede parecer tonta y con ciertas pinceladas de resignación. No es el instante apropiado para ponerse a filosofar, ni tampoco para darse la cabeza contra un muro, nadie se alegra de no conseguir lo que anhela, o de perder lo que había conquistado, y aun peor, nadie esta exento del dolor o de la decepción (ahí es donde un amigo nos salva del naufragio). Una vez leí algo sobre la “causalidad”, y muy acertadamente decía que la mayoría de las cosas en nuestra vida ocurren por una razón, en el lugar y momento apropiado, y es verdad, cuantas veces achacamos a la fatalidad un encuentro o desencuentro?...muchas, pero no es azar, quizás el destino, pero prefiero llamarlo Dios, Ala, Jesús o en quien tu creas. Una manera de comprobar la “causalidad” es no desesperarse y dejar correr el tiempo, días, o puede que sean meses, así, descubriremos con gran asombro...