Me encantaría poder gritar a los 4 vientos: que me importa lo que pensas de mi!!!!! Pero contrariamente cada comentario me pega en lo mas profundo de mi ser, a veces me valgo de mis clases de teatro y con mi mejor cara de poker resto importancia a lo que me dicen pero otras, me duele, y no se cómo salir a flote de la crisis del Titanic.
Que terrible el poder que le doy a los demás, como si fuera poco les doy las armas para lastimarme, por que?????? No lo se
Ayer iba caminando por la calle cuando un joven atractivo me dijo adiós bonita, y en menos de lo que canta un gallo asi me sentí.. bonitaaaa. Pero que hubiese pasado si a la vuelta de la esquina me gritaban adiós feita, mmmm, hubiese sido el geiser que hundió al titanic, en el mar helado de la amargura.
Me encantaría hacerme cargo de todas mis virtudes, de lo que valgo, de mirar el vaso medio lleno, de ser consiente también de mis debilidades pero no enfatizarlas, de estar segura de que soy la mejor “yo” que puedo ser y que eso me vale a mi y lo que piensen los demás, me resbale. Se puede? Quizás si, el primer paso esta dado: querer, y si querer es poder, yo ando queriendo.
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