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Viernes de agosto

El nombre de "viernes" proviene del latín Veneris dies; 'día de Venus' (la diosa de la belleza y el amor.


Viernes de agosto en Buenos Aires, quizás otro viernes mas quizás el mejor en mucho tiempo, solo el tic tac del reloj del living dando las 4 horas confirmaría mi presentimiento.
Quien dijo que el ultimo día de la semana era el preludio de una esperanza?...fui yo... y lo dije con mas ilusión que certeza pero no hay nadie para que contradiga mi verdad.
Era casi la hora en que sonaba el timbre del recreo hacia el fin de semana, habían terminado las obligaciones laborales, las tediosas horas frente a la computadora que parecía no querer dar tregua. 
Me asome al gran ventanal y vi como las personitas corrían en distintas direcciones buscando que colectivo los acercaba o alejaba del lugar, mientras tanto yo, sumida en mis ganas de partir sin saber hacia dónde pero con esa corazonada que justamente mi corazón iba a tener una buena noche.
Si siempre hay algo malo dentro de lo bueno, en este caso fue viajar en el 169 hasta el destino, mi destino, donde entre apretujones y violentas frenadas andaba por la ciudad que se sentía apurada y con ansias de llegar, todos queríamos llegar y mi incluyo.
Desde lejos vi a mi amiga saludando con una sonrisa que le ocupaba toda la cara, parece que no era solo mi día de suerte. Me acerque y sin perder el tiempo me presento a quien era mi cita a ciegas, aunque no tan ciega, ya nos habíamos visto pero esta era una cita.
No se si era el calidez de la noche, la excitación del encuentro o el cansancio de una semana que me pesaba  todo junto pero no hizo falta que medie el alcohol para que me sintiera embriagada de sonrisas y buena vibra.


La noche estaba esplendida, la música sonaba como cortina de fondo sin impedir escucharnos, nos divertíamos mientras nos descubríamos y nos acercábamos.
Las horas volaban  y aunque suene a cliché me sentía  perdida en un espacio sin tiempo, acorralada bajo la luz de un farol y una boca que cada vez estaba más cerca.
Mi amiga, mi amiga? no se si estaba a mi lado o se había fugado con rumbo conocido, pero ya nada importaba y la cita que era a ciegas ya me había abierto de par en par mis ojos.
Inesperadamente pero esperando, mi cita me beso; como quien no quiere la cosa, sus labios fueron rodeando mi boca hasta que intimada se dejo caer en un beso dulce y vivo. Caí rendida sin oponer ni un poco de resistencia y entretanto cedia sentía que volaba y no quería bajar a tierra, hacia mucho que no me dejaba llevar por la pasión sin juzgar y suponer, solo me dejaba guiar hacia donde él me quiera llevar.
Y así un beso llevo a otro beso y este a mi casa , donde los frenos no fueron una opción, sino el permiso para disfrutar de esa noche que empezó con esperanzas y termino entre sabanas.
Quien dijo que el viernes era el ultimo día de la semana?... para mí fue el inicio....








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