Ir al contenido principal

Quisiera oír mi nombre de tu boca

Quisiera oír mi nombre de tu boca, no soy la misma cuando me nombras, soy mas, soy toda, lo que soy y lo que quiero ser. Como si cada letra tuviera un ritmo diferente, que retumbara dentro mío como los latidos de mi corazón.

Un mar de pasiones desenfrenadas a su antojo me despierta esta noche,  aun no llegas pero te presiento, así como el aroma a tierra mojada esperando la lluvia. Esa misma que limpia las penas y lava las heridas.

Extraño tu piel y hacerla parte de mi, entrar en el sublime espacio entre el suspiro y el grito. Ver lo que tú ves en mi .

Espero encontrarte sin buscarte, que me esperes a la vuelta de un gemido y te acerques tan cerca que tu aroma me guié.

Jugando con tu cabello  me olvido del mundo y entro en el tuyo, imagino  lo que piensas y veo lo que sientes,  me abandono a la realidad que habitas. Me fundo en tu piel y me pierdo en tu aroma.


Cada vez q me amas el amor de la humanidad se reparte sin egoísmos y abunda en lo que no se pide pero se agradece.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Jugar con fuego.

El fuego quema, lastima, arde pero mirarlo fijamente es atrapante. No sé si es calor que emana o la combinación perfecta de azules, rojos y amarillos amalgamados moviéndose continuamente, pero más de una vez me sentí tentada por lo prohibido, por eso que no se debe, pero igual que el fuego desafía y anima a pecar o arder. Erase una vez yo, segura de mi juego, no obstante  inestable emocionalmente, tan perdida que caí en el centro de la hoguera y ahora estoy como los perros lamiéndome las heridas. El fuego prohibido, la pasión clandestina son sinónimos, ambos dañan profundamente a si mismo se revelan sin necesidad de indagar demasiado. Tan solo asomarse, sentir la calidez-caricia  y pufff …nos encendemos y no hay  bombero que pueda extinguir las llamas. Aunque  lo percibía, veía que eran enormes las llamaradas al igual que sus mentiras, eternas las noches en vela esperando su llegada, frustrante disfrutarlo solo unas horas  y amarga las despedidas,  y...

Que veo cuando veo?

Hace unos días viajando en el subte, donde no hay ventanas al exterior, uno tiende a distraerse mirando a las personas que nos rodean. Este caso particular, mi mirada se dirigió hacia un hombre, que no era Brad Pitt pero no podía dejar de mirar. En su cara, mejilla izquierda, una cicatriz asomaba, bastante grande por cierto; pero no era la razón de contemplarlo, es decir no me detenía en la marca , sino en su sonrisa. Hablaba animadamente con una señora y en su rostro se dibujaba una amplia sonrisa que iluminaba todo su rostro , lo que prevalecía era la simpatía, se vislumbraba amabilidad y simpleza, increíble como algo tan simple como una mueca ocultaba semejante cicatriz. Obvio después de un rato voltee mi vista hacia otro sector del subte (para evitar ojearlo jajaja), y reflexione acerca de que miramos cuando miramos, si todas las personas que viajábamos ese dia veían lo que yo advertía en ese joven. Quizas si, ojala que si; ojala todos contempláramos a los demás con otros ojos, ...

Mascaras

Nunca se termina de conocer a una persona…es verdad, y más cuando muchas de ellas van por la vida llevando unas mascaras que ocultan su verdadero ser, es decir, no son lo que vemos si no lo que ocultan, y pasan tanto tiempo de sus vidas fingiendo ser diferentes, que terminan creyéndose ese personaje inventado, olvidando su esencia, su real personalidad; sin darse cuenta de lo agotador e ilusorio que significa esto. Vayamos a la práctica: si empezamos a mirar con detenimiento a las personas que nos rodean, amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc, notaremos que muchos de ellos, tienen diferentes comportamientos dependiendo del lugar y con quien se encuentren, ojo! No me refiero, a comportarse igual en una disco que en la oficina; profundicemos, y por qué no, echemos un vistazo hacia nosotros. Me parece genial tratar de modificar ciertos aspectos de nuestra forma de relacionarnos con los demás si no son agradables o nos causan problemas, pero de hacerlo, estaríamo...